Un sistema de seguridad de los alimentos demasiado frágil
La mayor parte de la carne se produce en serie. En explotaciones de ganadería intensiva donde los becerros pasan la mayor parte de su vida -como mínimo, los cuatro últimos meses- en una corte, respirando los gases del purín y alimentados con pienso energético y leche en polvo, para que ganen peso.
La carne de O Boi Do Baladoiro procede de ganado rubio criado en libertad con criterios sostenibles y bio-ecológicos: Comen hierba,castañas, bellotas y manzanas de la finca, y maman incluso hasta su sacrificio. No usamos piensos ni abonos químicos, y se pueden comprar directamente al criador sin intermediarios.
Más allá de los escándalos alimentarios que periódicamente salpican los informativos, otro tipo de tóxicos llega a nuestro cuerpo incorporado en el carrito de la compra del día a día. El fraude alimentario detectado en Alemania, donde se hallaron dioxinas en los piensos con que diversas granjas alimentaban a sus cerdos que luego vendían, es una muestra más y representa, para algunos, sólo la punta del iceberg de un sistema de seguridad de los alimentos demasiado frágil.